En una urbanización de Palomares se sitúa esta magnifica vivienda, donde los clientes deseaban tener diferenciadas las zonas según los usos de hijos y padres. Para ello se crean dos cuerpos independientes unidos entre si por medio de pasarelas y escaleras, que permitían obtener este requisito sin perder la unidad de la vivienda.

En el primero cuerpo, desarrollado en tres plantas, se sitúa el sótano, destinado a dos vehículos y estancias de apoyo, en la planta baja un salón-comedor, cocina y piezas de servicio, y en planta alta el  dormitorio principal. Y en el segundo cuerpo se ubica un salón de recreo-biblioteca-estudio en planta baja y los dormitorios de los niños en la planta alta.